Otoño que pasó y
dejó atrás por fin
desesperadas horas de espera
a nada mas que, invierno
cardamomo, anis y rancio
olor a viejo
futuro fanado
como mis versos
encerrados.
Botellas de cristal
sin pergamino ni deseos
que en la mente flotan
y en los mares, de los pies
a mi cama
la cosecha y las moscas
poco a poco, se acercan
a olerme, manzana podrida
marrón, sin quererme
decir,
adios
25, Diciembre'11
Gijón-A Coruña